50 años; Celebración

Los abuelos hacen 50 años de casados y ¡¡¡ lo hemos celebrado como corresponde!!!

¡50 años juntos! no todo el mundo puede presumir de vivir con otra persona durante todos esos años y además decir que se siguen queriendo...

Seguro que cuando decidieron casarse, en aquel mágico 1965 no pensaron ni por asomo que iban a llegar tan lejos.

Hace 25 años, cuando hicimos un viaje familiar para celebrarlo, ya les perecía increíble haber llegado tan lejos, ahora el sueño de una vida juntos es una realidad.

Las fotos de su primera boda,son escasas, solo estan las oficiales del fotógrafo. Las de los 25 años,, ya son otra cosa, de la ceremonia no hay muchas, pero del viaje posterior hicimos muchas, los hijos tenemos las pintas de una época pasada y unos cuerpos jovencitos ya poco reconocibles en esta nueva celebración que lo haremos con sus 5 gatos, que han tenido en la celebración tanta ilusión como ellos.

Para la ocasión he preparado unos detalles para cada invitado, son unos sobres preciosos de papel manila impresos, y al más puro estilo scrap lo ha adornado con una blonda y sobre ella un corazón y los números 50, todo en blanco y dorado, para cerrar el sobre lazos blancos que sujetan un botón y blanco y dorado que también forre yo y unas etiquetas una decorada con flores con sus nombres y la fecha de los dos eventos y en la otra un agradecimiento de puño y letra de la abuela, dentro unos bombones

¡Espero que la idea sea inspiradora!

Cuando éramos pequeños veraneábamos en Guetaria, un bonito pueblo de pescadores, entonces solo conocido por unos pocos sibaritas de la buena cocina. Los recuerdos que los 4 guardamos de aquella época están guardados con papel celofán y muchos lacitos, fueron unos años muy felices.

Así que decidimos hacer la celebración allí. Como buena boda se tiro arroz y todo. la comida en un lugar muy acogedor, Txoko, la comida exquisita; gustó a los mayores y a los pequeños.

El día no estuvo soleado pero hacía calor y pudimos pasear tranquilamente, y solo nos llovió a la tarde un poco, pero ya no importaba, ¡el día había sido genial! habíamos vuelto a descubrir cada rincón y las vistas, tan iguales y tan diferentes como las recordábamos, además fue un lujo poder compartir todos los recuerdos con los 5 gatos.